Siempre escribo cuando estoy mal.
Hoy no, hoy estoy bien y quiero ver qué sale.
Hace unos 47 días aprox que solo salgo para hacer compras y sacar la
basura. Hace mucho tiempo que tengo ganas de escribir. De escribir que estoy bien. Que he crecido.
Ganas de escribir sobre mi y no sobre chicas.
En el último año he aprendido y madurado más que en toda mi
vida. El despertar de la consciencia que le dicen. Hoy hacen 4 semanas que soy
vegana, una frase que hace un año no imaginaba que iba a decir. El veganismo me
hace sentir bien. Me despierta la creatividad. Me nutre. La comida ya no es más
comida, es alimentación y hay una diferencia enorme.
Me AMO. Como nunca en mi vida me amo. No desde el ego, sino
desde lo más profundo de mi ser quiero cosas buenas para mi y para el mundo.
Siento que soy genuinamente una buena persona porque negocio conmigo misma
todos los putos días de mi vida in order to ser la mejor versión de mi misma
posible. Y digo posible porque siempre importa la circunstancia en la que
estoy. Como todes, hago lo que puedo con lo que tengo.
Siento que estoy en un punto decisivo de mi vida: me siento afortunada que el aspecto de mi vida en el que tengo
inconvenientes sea el financiero. Los otros aspectos no me dejan en paz cuando
son inconvenientes o dudosos y el dinero es fácil. Es matemático. Es lo más
fácil de conseguir. Costar me cuestan otras cosas. Solo no tengo que dormirme y
ya está. Qué fortuna que lo que no tengo, sea dinero.
Este mes y medio me dediqué a cosas que desde que trabajo en
hostelería no me dedico. Mi cuerpo, mi mente y mi ser.
Ejercicio diario, descansar, comer cuando tengo hambre, ser
la dueña de mi tiempo, meditar.
Tengo potencial para ser una persona exitosa y siempre lo
supe. Solo he re definido el éxito.
Ahora ya no es más monetario, ahora se trata de paz mental y
de amor. Amor amor amor amor amor amor amor no me voy a cansar- Que abunde el
amor – Abundancia. Abundancia. Me escuchan bien? Abundancia quiero y abundancia
soy. Fake it until you make it.
Mi cocina es arte y mi arte es la cocina. Estoy haciéndolo
mejor que nunca y es gracias al veganismo y a la espiritualidad.
Dudo de todo. Ya nada me es seguro y eso está bien. Todo es
ambiguo y estoy en pinche paz con eso.
Siempre quise encontrar cierto equilibrio. Creo que se
parece bastante a lo que estoy haciendo ahora. Equilibrio entre el sistema en
el que vivo, impuesto por otros y el crecimiento de mi ser. Poco a poco me
convierto en una persona que sabe de un par de temas. Que tiene algo para decir. Que tiene algo para
enseñar.
Me encantaría enseñar. Alimentar mentes y cuerpos. Me haría
muy feliz.
Empecé a compartir mis recetas en instagram y flipo cuando
la gente sigue una de mis recetas. Mis creaciones... es una sensación hermosa.
Sirvo para algo. Siempre quise servir para algo y acá estoy. Literalmente
sirviendo.
Siento mucho amor y lo quiero compartir. No lo quiero
dar. Es mio. Me costó y me sigue costando muchisimo tenerlo. Me encanta compartir.
Ojalá estas palabras le sirvan a alguien tanto o más como me sirvió a mi escribirlas, aunque sean muy personales, las dejo aquí con la intención de regar un poco de buena vibra. Aprendí hace poco que las mejores oportunidades surgen de los mayores problemas. Esta pandemia es una gran oportunidad. Todo se trata de perspectiva.